Son pocas las almas
que tienen el corazón tan grande como para responder a la llamada de
Jesucristo e ir a evangelizar hasta los confines de la tierra
Una de ellas es Madre Josefina Martínez Fernández,
a los 16 años ingresa en la congregación de Celadoras del Reinado del Corazón
de Jesús y es recibida en ella por Nuestra Madre Fundadora Amadora Gómez
Alonso. Hizo con gran alegría sus Primeros votos en 1957 y el 30 de Diciembre
de 1962 se consagra totalmente a Dios por medio de la profesión perpetua.
Vivió en
Cuenca 5 años y acompañó a nuestra Madre fundadora en las fundaciones de las
casas de Madrid, Salamanca y Valladolid en la que vivió 25 años trabajando
en el apostolado de la oración y con las
jovencitas de la residencia que allí Vivian.
El 18 de
Febrero de 1989 llega al Perú para
cumplir otra de las misiones que la Congregación le encomienda, asumirá el
cargo como superiora de la comunidad de
Miraflores que es la primera casa de la Congregación fundada en el Perú y se
encargará también de velar por las comunidades volantes del país, pero eso no
es todo será nombrada como segunda promotora del Colegio Hosanna, cargo que
mantiene hasta la fecha actual.
Funda en
Lurín el grupo del AMOR DE DIOS, en el se difunde muy pronto la devoción al
Corazón de Jesús y la consagración de las familias, trabaja mucho en los
asentamientos humanos llevándoles no solo
ayuda material sino también formándoles en lo espiritual.
Años
después ingresan las primeras vocaciones peruanas y se encargará de su
formación y preparación para que más tarde extiendan el Reinado del
Corazón de Jesús.
Actualmente
sigue ejerciendo como superiora y promotora del colegio en el que manifiesta un
amor grande y una entrega ejemplar. Dirige y acompaña también la catequesis de
Primera comunión y el grupo del Corazón de Jesús fundado por ella hace cuatro años
en la parroquia "Nuestra Señora de la Alegría".
Es
responsable de la dirección de las novicias
y postulantes en la escuela para religiosas INTERCONGREGACIONAL femenina en Lima.
Querida Madre Josefina todas sus hijas del Perú llevamos en el corazón un profundo agradecimiento hacia su persona, porque hemos aprendido mucho de Usted, sus ejemplos y cercanía han sido reflejos del amor de Dios a nuestras vidas y a Él le agradecemos su presencia entre nosotras y el habernos permitido celebrar juntas sus 25 años como
misionera en nuestro país.
Como siempre M. Josefina guapísima, entregada a Dios y a su Reino como buena Celadora... Bendito seas Señor y gracias Hermanas de Perú. Besitos.
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