La
Madre Amadora Gómez Alonso nació en un pueblecito de Salamanca llamado Aldeaseca
de Alba el 31 de enero de 1.907, y murió en Valladolid el 3 de mayo de
1.976.
Ya
desde muy joven sintió que Dios la quería para sí, y a los quince años se
entregó al Señor e ingresó en la Congregación de las Siervas de San José, donde
tenía ya dos tías religiosas. Ella misma dirá en su diario: "Efectué mi
ingreso en la Congregación a los 15 años y estuve encajada, satisfecha y
entregada a Dios en ella". Desde muy joven le atraía el amor del
Corazón de Jesús y mantenía con Él una fuerte intimidad. Así lo ha dejado
reflejado en sus escritos.
Siente
en su interior muy profundamente que tiene que dedicarse a los pobres y
abandonados y ve que en su Congregación no podía realizar el deseo que el
Corazón de Jesús insistentemente le pedía. El Señor quiere de ella otra forma
de vida pero todo fuera de su Congregación. Ella misma nos dice: "Venía
sintiendo en mi interior las frases que en tono lastimero se me venían
repitiendo: 'Tengo ansias de reinar', 'Mi Corazón tiene insaciable sed de
almas', 'Sígueme en mi Obra de Amor', 'Los pobres, los abandonados...' ".
Así se lo hizo sentir el Corazón de Jesús. Y abandonada, puesta en sus manos y
con una fe fuerte a lo que Dios le pedía, el 25 de marzo de 1.942, pronunció su
incondicional "¡Fiat!" entregándose por completo a la obra que
el señor le pedía: la Congregación de Celadoras del Reinado del Corazón
de Jesús. Así veía la luz una nueva Congregación en el seno de la
Iglesia dedicada a extender el Reino de Jesús en los lugares más necesitados.
Después de muchas vicisitudes deja su querida Congregación de las Siervas de
San José poniéndose en manos del Señor e iniciando su nueva aventura.
Movida
por su ardoroso celo, su deseo de almas y por su ansia de extender el Reino del
Amor de Cristo, su vida transcurre llena de entrega y de sacrificio constante.
Su ardor por el Reino le lleva abrir nuevas comunidades y a ayudar a muchas
personas necesitadas, pero siempre le acompañaba su mala salud que cada vez era
más delicada y precaria. Aquejada por una rápida diabetes, marcada por el
sufrimiento y por el ansia de ver extendido el Reino de amor del Corazón de Cristo,
muere en Valladolid el 3 de mayo de 1.976, Fiesta de la Santa Cruz. Sus
hijas acogimos su deseo de morir junto al Santuario del Corazón de Jesús tan
querido por ella y allí permanecen sus restos esperando que un día, no muy
lejano, la veamos glorificada.
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